No confío en la gente que se fía de las apariencias, o en las que creen completamente en ello. Creo que no es tan justo.
Porque en lo largo, corto o breve que llevo vivido, así como lo que me falta, considero que la gente "de la que uno aprende" no siempre es la que brilla por su forma de vestir, ni por la gente con que se rodea, o por su casa o su auto. Quizá pueda ayudarnos a adivinar su forma de ser, pero no es determinante.
No podemos decir que ese niño abandonado o ese niño pobre que lava los cristales de los autos no nos va a enseñar nada. Ni tampoco podemos juzgar o inferir el comportamiento de las personas por la forma en que visten.
¿Cuántos no se visten de forma distinta para ir a la disco? O al trabajo. ¿Cuántos burócratas, licenciados, ingenieros (etc...) usan un traje? ¿y realmente demuestran que saben?
Porque un traje, un audi, un bmw, una cara bonita podrán darte cierto "status", podrán darte eso que te da el dinero sólo por tenerlo, eso que la gente llama "poder" o "influencia".
El mundo está en cambio, sí, y creo que habrá una época no muy lejana (sino es que ya está) en que no importará que el gerente o el jefe vaya informalmente, porque no habrá necesidad de uniformes, o de trajes, o de formalidades, simplemente la natural camaradería y el gusto de mantenernos con vida, de tener un trabajo y desempeñarlo.
Porque no creo que las universidades deban prohibir las gorras, o los shorts, o tenis. Me parece una forma de racismo. Sí, las instituciones merecen respeto, pero también deben dar libertades que mantengan a sus miembros contentos, por un día no se acabará el mundo. Por otra parte, quizás el no permitir vestirse como uno quiera sea una forma de reprimir, reprimirse uno mismo, reprimir su libertad de expresión, reprimir sus sentimientos.
No digo que se deba aceptar como norma, pero en mi preparatoria (Escuela de Bachilleres Ricardo Flores Magón "Oficial B", Xalapa, Veracruz, México) realmente aprendí muchas cosas, que mis mejores maestros eran gente normal, que vestía casualmente, que sabía cuidar su imagen, entre otras muchas cosas que mencionaré en otros temas. En esta escuela usábamos uniforme, sí, pero los viernes eran días libres, podíamos ir de cualquier forma, bajo ciertas excepciones. Pero esto da ánimos de seguir en la escuela, de perder esa "monotonía" que hace la vida aburrida en ocasiones. No es la única forma, pero lo logra.
En resumen, lo que debemos aprender: cuidar nuestra imagen para que ésta demuestre que merecemos respeto, que tenemos presencia, que somos por fuera como por dentro, aprender que si queremos ser notados, debemos demostrar lo que somos. Pues no toda la gente ha aprendido a no fiarse de las apariencias.
Y también tener presente aquello de: "La primera impresión jamás se olvida", y mejor sí pudiéramos relacionarlo con: "Vive cada día como si fuera el último". Después de todo, a uno no le ofrecen trabajo todos los días.
Quién quita y hoy nos encontramos a esa "media naranja", a esa pareja buscada. ;)
Nota Extra: No estaría mal pensar también en la monotonía (en términos generales). O quizá en otra ocasión.
Porque en lo largo, corto o breve que llevo vivido, así como lo que me falta, considero que la gente "de la que uno aprende" no siempre es la que brilla por su forma de vestir, ni por la gente con que se rodea, o por su casa o su auto. Quizá pueda ayudarnos a adivinar su forma de ser, pero no es determinante.
No podemos decir que ese niño abandonado o ese niño pobre que lava los cristales de los autos no nos va a enseñar nada. Ni tampoco podemos juzgar o inferir el comportamiento de las personas por la forma en que visten.
¿Cuántos no se visten de forma distinta para ir a la disco? O al trabajo. ¿Cuántos burócratas, licenciados, ingenieros (etc...) usan un traje? ¿y realmente demuestran que saben?
Porque un traje, un audi, un bmw, una cara bonita podrán darte cierto "status", podrán darte eso que te da el dinero sólo por tenerlo, eso que la gente llama "poder" o "influencia".
El mundo está en cambio, sí, y creo que habrá una época no muy lejana (sino es que ya está) en que no importará que el gerente o el jefe vaya informalmente, porque no habrá necesidad de uniformes, o de trajes, o de formalidades, simplemente la natural camaradería y el gusto de mantenernos con vida, de tener un trabajo y desempeñarlo.
Porque no creo que las universidades deban prohibir las gorras, o los shorts, o tenis. Me parece una forma de racismo. Sí, las instituciones merecen respeto, pero también deben dar libertades que mantengan a sus miembros contentos, por un día no se acabará el mundo. Por otra parte, quizás el no permitir vestirse como uno quiera sea una forma de reprimir, reprimirse uno mismo, reprimir su libertad de expresión, reprimir sus sentimientos.
No digo que se deba aceptar como norma, pero en mi preparatoria (Escuela de Bachilleres Ricardo Flores Magón "Oficial B", Xalapa, Veracruz, México) realmente aprendí muchas cosas, que mis mejores maestros eran gente normal, que vestía casualmente, que sabía cuidar su imagen, entre otras muchas cosas que mencionaré en otros temas. En esta escuela usábamos uniforme, sí, pero los viernes eran días libres, podíamos ir de cualquier forma, bajo ciertas excepciones. Pero esto da ánimos de seguir en la escuela, de perder esa "monotonía" que hace la vida aburrida en ocasiones. No es la única forma, pero lo logra.
En resumen, lo que debemos aprender: cuidar nuestra imagen para que ésta demuestre que merecemos respeto, que tenemos presencia, que somos por fuera como por dentro, aprender que si queremos ser notados, debemos demostrar lo que somos. Pues no toda la gente ha aprendido a no fiarse de las apariencias.
Y también tener presente aquello de: "La primera impresión jamás se olvida", y mejor sí pudiéramos relacionarlo con: "Vive cada día como si fuera el último". Después de todo, a uno no le ofrecen trabajo todos los días.
Quién quita y hoy nos encontramos a esa "media naranja", a esa pareja buscada. ;)
Nota Extra: No estaría mal pensar también en la monotonía (en términos generales). O quizá en otra ocasión.