febrero 13, 2012

Lo que no cambiaría...

Sé que la última vez escribí algo sobre "vidas paralelas". Situaciones de un "yo", de un "nosotros" en otras circunstancias (mejores por supuesto, no tendría chiste imaginarnos peor, ¿no creen?). Y no se trataba de negar esta vida, sino simplemente de perfeccionarnos, reir más, ayudar más, abrazar más.

Y en vísperas del día del amor y la amistad, me doy cuenta que hay algo que NO cambiaría por nada, algo que no compré, algo que Dios / Vida / Suerte / Universo no pudo haber escogido mejor:

Mi FAMILIA,
y, no menos importante,
mis AMIGOS.

No cambiaría a ninguna de las personas que he conocido, que se han aparecido, cada plática, cada sonrisa, cada abrazo, cada diversión, cada llamada, cada ayuda, cada bebida de la misma botella, del mismo vaso, cada mano apretada con fuerza, cada beso en la mejilla, cada mirada de complicidad, cada juego, cada viaje, cada refugio, cada esperanza, cada palabra de ánimo, cada carrera o caminata, cada estancia sentados sin hablar, cada historia... dan sentido a mi vida. Aquellos de infancia, aquellos fugaces, aquellos imperdibles, todos inolvidables.

Si hubiera muchas vidas, me gustaría encontrarlos de nuevo, y, si acaso, llegar a conocerlos más y ser mejor amigo de lo que he podido ser...

Bien dicen que los amigos son como los parientes que Dios olvidó darnos... pero la verdad, no creo que lo haya olvidado.

G.A.P.S. Ciudad de las Montañas.