enero 18, 2005

Excelencia

Translate to: English | more...

Un tema que debe tratarse concienzudamente.

No es precisamente un tema del que procuramos hablar con nuestros amigos todos los días, y tal vez ni siquiera con cualquier otra persona. No es a lo que estamos acostumbrados, y aunque no sea a diario, muchas veces ni siquiera a la semana, o al mes, y ni se diga de una vez al año. Son afortunados los humanos que durante su formación (moralmente hablando) se topan con buenos maestros, con padres preocupados por enseñarles (o por lo menos: "tratar" de hacerlo) que hay que hacer conciencia de lo que uno tiene, y no tanto materialmente, sino naturalmente. Porque podemos nacer en una clase alta, media o baja, o bajísima, podemos tener todos los juguetes que queramos, comer lo que queremos, o quizá atenernos a frijoles, papas y garbanzos. Eso se puede corregir, ¿cuántas personalidades y cuántas personas que conocemos no han salido adelante a pesar de sus circunstancias?

Estando vivos podemos lograr y obtener todo lo que queramos, la forma en que lo hagamos es la forma en que nos sentiremos, y la forma en que los demás nos aprecien, nos respeten, incluso elogien, o quizá nos critiquen; podemos nacer pobres y podemos robar, podemos matar y hacer la vida "imposible" o des-hacer la vida (medianamente planeada) de muchas personas haciendo lo incorrecto, pero SIEMPRE está el otro camino, ese que es más difícil, más cansado, más trabajoso, que requiere de dedicación, de amor a lo que se hace. No me referiré específicamente a la forma en que se obtienen las cosas, o en que se hacen no se hacen o la forma en que se trata a las personas, eso es parte de la ética con la que día a día nos topamos, parte de la moral individual que cada día de nuestras vidas vamos formando.

Pero nacer sin poder ver, o sin poder hablar y/u oir, eso no se corrigue tan fácilmente, y aún a pesar de eso está la muestra de que sí se pueden hacer las cosas. Y grandes cosas.

Y sí, hay pobreza, marginación en el mundo, no todos tenemos todo lo que queremos, pero sí podemos aprender a vivir con eso. Podemos quejarnos o podemos alegrarnos y ser felices de lo que tenemos y muchas veces no queremos ver.

Estamos ciegos pudiendo ver, estamos sordos teniendo oídos sanos, somos incultos (ojo que no es lo mismo que estúpido) teniendo cientos de libros públicos, y somos irrespetuosos, egoístas, vanidosos, presumidos y arrogantes cuando podemos SER grandes amigos, ser un ejemplo a seguir.

Estoy hablando en términos generales pero sé que NO toda la gente es así, a esa gente que difiere es a la que admiro. A la que trata de superarse, la que intenta algo más, y NO NECESARIAMENTE más que LOS DEMÁS, sino la que se reta a si misma, la que antes que ver (y envidiar y sentirse rezagada por) otra gente, otras personas, antes de eso se ve a sí misma. Porque en esta vida NO PODEMOS COMPARARNOS con los demás, y si tratamos de hacerlo NO LO HACEMOS JUSTAMENTE, no como se debiera. Porque cuando vemos a alguien para compararlo, la mayoría de las veces lo hacemos en base a lo que vemos, y sí, es razonable, a 100 metros podemos distinguir alguien bien vestido, podemos VER un automóvil de lujo y ni siquiera a su conductor y cuando vemos a lo lejos la silueta que se baja podemos quizá pensar: "qué bien le va a ese tipo". Pero si pudiéramos ESCUCHAR a esos mismos 100 metros, quizá escuchemos al bien vestido presumir y alardear a sus amigos de lo que puede tener, y de lo que logra comprar para sí, y al conductor podríamos escucharle sobornar a los que le rodean, entonces estamos dando una buena opinión antes de saber o conocer a la gente. Porque esa es nuestra naturaleza. Juzgamos más en base a lo que vemos porque ese sentido tiene un mayor alcance.

Puede ser difícil, pero no imposible; debemos empezar a compararnos con nosotros mismos, a ponernos metas, a lograr esas metas, o cuando menos tratar de lograrlas. Una persona quizá no pueda cambiar el mundo, tal vez no en 70 años de vida, pero 5 generaciones quizá sí marquen una diferencia. La última generación puede sentirse agradecida por haber sido inculcada por padres y abuelos que le formaron, que le mostraron la vida, que le enseñaron a ser mejor, aún cuando su tatara-tatarabuelo no haya logrado sus objetivos, pero por lo menos lo intentó, por lo menos sus hijos lo entendieron mejor y sus nietos mucho mejor...

"El hombre es perfecto en su imperfección" se escucha o se lee por ahí. Pero NO hay una regla que diga que NO debemos dejar de serlo. No hay un manual universal que diga que debemos ser estúpidos o debemos ser inteligentes. Por eso somos libres, para que cada quien haga lo que quiera con su vida, y para que si alguien quiere ser estúpido entonces los demás nos demos cuenta que se está equivocando (personalmente lo diría de otra forma) y desperdiciando su vida y así los demás nos demos cuenta de lo que tenemos.

Pero no debemos esperar a encontrar un estúpido para ponernos a reflexionar en lo que podemos lograr estando en sus zapatos, o lo que sería ideal, lograr con lo que tenemos. Ni tampoco debemos esperar a encontrarnos con el ángel místico para que nos diga que estamos destinados a ser mejores. Quizá lo primero lo encontremos más fácil, pero no necesitamos de eso para reflexionar.

Hay veces que en verdad me da coraje, me causa cierto malestar ver tanto talento desperdiciado, de ver gente que (no sé por qué) se ve que puede lograr las cosas, sí, se ve. Y si tuvieran los recursos o estuvieran en mejores circunstancias podrían hacer grandes cosas. Y bueno, es un sueño quizá darle mejorías a los que no tienen, pero me causa mayor malestar ver a los que tienen, desperdiciar lo suyo, y sí, podemos equivocarnos, y por una u otra razón no darnos cuenta de que vamos un poco (o completamente) desencaminados, y hay personas que se dan cuenta de ello y no hacen nada, pudiendo hacerlo.

No creo que sea necesario hablar largo y tendido de las cantidades que se gastan en las guerras, contra las que se destinan a educación, investigación, a beneficios (culturales) a la sociedad. O ver tanto maltrato a los ancianos, y niños, y la discriminación, y la soberbia, y el sentirse "superior", y el maltrato a los animales, y la caza no controlada, y la contaminación que queramos o no, la hacemos todos... A quién no le molesta esto, ¿¡ENTONCES!?

Y no hablo por las naciones que hacen la guerra, ni por los ricos que no hacen labor social, ni por las empresas que contaminan, hablo por personas como nosotros, por un cambio, aunque sea mínimo, aunque sea casi imperceptible, NO LO ES, al contrario, se agradece por ínfimo que sea. Cuando pensamos en excelencia, ¿en qué pensamos?, ¿en el límite?, ¡no lo hay!, ¿pensamos en lo mejor?, hay un camino a recorrer. Paso a paso se logran las cosas, piedra a piedra.

Casi a diario nos repiten comerciales que no nos dejan nada más que ganas de tener las cosas, y diario hay noticieros y periódicos, y vemos más comerciales y hacemos caso a verdaderas nimiedades en vez de lo que (sabemos) que importa.

Y a diario vivimos oportunidades para hacer algo bien, algo (aunque sea un poquitititito) mejor. Para ser mejores, un libro no nos enseñará todo en la vida, pero nos da un extra, nos da cultura. Todo lo que podamos aprender (en esta vida o en la otra) será de provecho, nos hace mejores, y mucho mejores si lo sabemos utilizar en provecho de la sociedad.

Quizá no podamos ser perfectos, ni tampoco excelentes, pero el esfuerzo que pongamos en ello, o el (más que deseoso) intento que hagamos será la diferencia.

0 comentarios: