diciembre 30, 2004

Días que no puedo dormir

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Mi futuro, es lo que me interesa en primer lugar. Inmediatamente sigue mi familia (la que en el futuro logre tener) y la que tengo, y la sociedad es lo siguiente. Mis amigos por supuesto que me interesan, pero ellos tienen mi edad y la verdad creo que cualquier persona (sí, cualquiera, dotada de lo mínimo para vivir bajo su conciencia y voluntad) arriba de los 15 años puede tomar en verdad verdaderas buenas -buenas- decisiones. Es difícil, no digo que no, pero la vida es para disfrutarla, para aprender más que intelectual, moralmente; para aprender a sentirnos felices con nosotros mismos sin remordimientos. Así que... ellos y yo, podemos cuidarnos y mantenernos en la lucha por nuestra propia cuenta (y ayuda de todas partes, esa que a veces no queremos reconocer, eso que llaman a veces 'suerte').

En ocasiones trato de dormir un rato en las tardes, o incluso más temprano en las noches, en esos días que tengo pocas cosas que hacer, y que me paso partes del día recurrentemente pensando en lo que quiero, y cómo voy a lograrlo, sabiendo lo que tengo.

Me siento cansado y de repente digo:
- Voy a tomar una siesta.
Pero no puedo dormir. Me recuesto y procuro silencio, para luego darme una vuelta y otra más, y acomodarme, y taparme y estar lo más cómodo que puedo... y no puedo conciliar el sueño. Así como cuando piensas en esa persona que te tiene asombrado, que te tiene pseudo-enamorado. Pero no es amor, no es esa cosquilla de alegría-melancolía-tristeza-felicidad en esta ocasión, es como ese estado de confusión sentimental, pero esta vez no es así, es una confusión de madurez.

Un poco de lectura variada y de la no acostumbrada (una repasada al periódico, al noticiero de tv, opiniones variadas, uno que otro libro de reflexión, aunque no sea de superación pero quizás sea tan solo una situación familiar o personal que te hace pensar en ese lugar, en sus zapatos), un poco de escuchar o ver la gente en la calle, pequeños pensamientos sobre papás, mamás, hijos, profesión, ¿maestría?, un más que deseado e imaginario doctorado, un poco de la situación del país. ¿Qué mas se necesita para pensar en tu propia vida?

Y doy una vuelta a la almohada, y me acurruco más sobre la cama, y mientras doy un parpadeo, me cruza esa idea, o no sé si sueño o qué, pero es esa sensación de que algo falta, de que no debo dormir, de que debo hacer algo, no algo manual o físico, sino algo psicológico quizá. Decirme:
- Vas bien. Te irá bien en el futuro.
Para (otra vez) responderme:
- ¿Voy bien?, pero si no soy el mejor en mi carrera..., cómo quisiera!, pero los otros son mejores. Quizá es bueno recordarlo para estar consciente de tener algo que alcanzar, pero argh -suspiro de decepción-, tengo buenas intenciones.
- Eso creen tener muchos, hm! -suspiro irónico-, ja, 'buenas intenciones'.

Y me pongo a pensar que quiero salir de la ciudad, y salir de donde estoy estudiando, eso sería algo bueno. Pero no puedo salir para irme a algo 'peor' (por llamarlo de algún modo), debe ser algo mejor, aunque seguramente alguna vez caeré y me equivocaré, para luego levantarme claro, pero ¿y si no salen bien las cosas?, me sentiré fracasado, no me sentiré a gusto; si hago las cosas entonces no sentiré la pregunta de ¿y si hubiera... ?, pero...

- Bah!, te preocupas demasiado.
- Sí, supongo que sí.
- Descansa entonces, hay más tiempo que vida (Además, mucha gente también se equivoca).
- Pero MI vida me importa más, ahora!.

Y abro los ojos que cerré durante 5, 10, 15 o 30 minutos para tratar de dormir, hacer caso omiso al mundo, olvidarme de todo. Y...

Y pienso lo que quiero, y me digo internamente:
- Si lo quieres y es bueno, hazlo!.

Eso me decide, me da cierta iniciativa, me pongo a pensar en tooodas las posibles consecuencias de que todo salga bien, quizá no a la perfección (entendida como 'todo bien'), pero tan sólo bien, ese bien que suena a felicidad.

Yo solía querer desde la adolescencia cosas buenas, no recuerdo muy bien, pero seguro atino a decir que después de mis 17 años quería hacer un edificio para la gente necesitada, no sé que tipo en especial (habiendo tanta!: pobreza, alcoholismo, drogadicción, necesidades físicas, accidentadas, y un largo etcétera), "qué bueno" me digo, pero también hay que ayudar a muchos chavos que tienen las capacidades y no las desarrollan, la verdad he considerado a muchos compañeros "talentosos" en distintas disciplinas, y otros que no son compañeros, sino tan sólo conocidos, pero que digo: "ese cabrón puede ser un líder, y ahora dentro de su ambiente empieza a sobresalir, pero... no tiene los recursos suficientes, no lo están canalizando ni fogueando", la gente necesita ser alentada, guiada, no digo que siempre, pero es necesaria cierta constancia. ¿Cuántos grandes maestros, abogados, médicos, líderes se estarán "perdiendo"?. Un edificio decía, para no pasar hambre, frío extremo, para no pasar decepciones "en solitario", sino aprender de las diversas situaciones, es decir, el clásico: "Me quejaba de que mis zapatos eran viejos, hasta que conocí a alguien que no tenía pies".

Me inclino por la educación, en todos los niveles. Todos, y mucho más después de los 13 o 15 años, los años anteriores son parte de la familia, y si no la hay, pues en esos 13 - 17 años aprenderán a lidiar con eso.

Y pienso en todo esto cuando no puedo dormir. Y otras tantas de vez en vez. No es la mayor parte de mi tiempo, quizá sean unos minutos al día, o a la semana, pero trato de no olvidarlo, de no olvidar que hay que ayudar a la gente, no hacerles la vida, pero ayudar. Y por una u otra razón sale:
- Chingao, teniendo lo que tengo, y no puedo ser el mejor (siento que no lo aprovecho!). (No me agrada mucho la comparación pero...) Este cabrón tiene lo básico y es un chingón, y este otro tiene más que yo (bastante más que muchos), y también es un chingón, y yo estoy quizás en medio y no puedo serlo como yo quisiera. Me siento rezagado...
Quizá tendría que tener menos para ser "mejor".

Olvidé mencionar el tipo de persona que "desearía" como pareja, y los hijos que espero tener, y la felicidad familiar que trataré de ofrecer, y no olvidar nunca a mis amigos, ni olvidar los buenos deseos (que alguna vez como esta, tuve)...

- Y sólo tengo 21 años...
- Esa solía ser la mitad de tu vida a inicios de siglo XX!.
- Pero ahora es un tercio, o un cuarto...

A pesar de pasar cierto rato divagando, me quedo como antes de dormir, pero un poco más motivado: tengo que mejorar. (Y quizá a veces, dejar de escribir =P).

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