diciembre 27, 2004

Conocer a la gente

Translate to: English | more...

No creo que se pueda conocer a la gente por lo que escribe. Ni siquiera suena o es lógico. Porque ni siquiera sabes si lo que escribe es verdad o mentira, si es fantasía o realidad; y, desgraciadamente, a veces ni en persona puedes estar seguro de que conoces a la gente, puede o podemos ser tan, impredecibles. Claro que hay las excepciones.

Si alguien quiere conocer a alguien realmente, debe contactar a esa persona, de algún modo, directa o indirectamente, con miedo o sin miedo, pero si realmente lo quiere, lo va a hacer. Yo me he privado de conocer a una persona, o quizás más, no lo sé, pero no me animé (en su tiempo) a conocerla. Y de vez en cuando, si es que lo recuerdo, me arrepiento. Lástima.

A pesar de los muchos intentos que tengo de escribir lo que siento, a veces no encuentro las palabras adecuadas para hacerlo. Y creo que lo hago bien, pero, cuando leo obras de teatro, poemas, ciencia ficción, cualquier libro, es obvio que siempre me encontraré nuevas palabras y formas de hablar, pero vaya, hay veces en que uno quisiera hablar como un príncipe o duque salido de Hamlet, de Romeo y Julieta, de una tragedia griega, del Mio Cid, qué se yo, pero tan sólo hablar tan propiamente, tan formal, estilizado sin llegar a la cursilería, digno, decente, vaya, casi poético. Después de leer una obra clásica, o uno que otro escrito de alguien de renombre, no puedo hacer mas que aplaudir en mis adentros, y esbozar una sonrisa burlona para mi y de admiración para quien leo. Me digo: "Vaya, no pudo ser mejor, y si lo pudo, qué forma tan espléndida de demostrar la sencillez."

Trato de no decir mentiras. No es mi estilo, no es lo mío, no me siento "yo".

Pero como decía, no por leer tres líneas, o toda una obra de 600 páginas o una enciclopedia, puede conocerse a una persona. Porque ni siquiera uno escribe lo que dice (lo que D-I-C-E recalco que no es lo mismo que lo que uno SIENTE). Uno escribe lo que siente, lo que le nace, lo que no está en conflicto con lo que uno cree (en determinado tiempo y espacio). Quizás uno escribe lo que hace, o la forma de actuar o de pensar (antes de actuar) que uno tiene, pero en mi caso, no me pongo a hablar con un amigo o con un desconocido de lo que hoy escribí, en este día, o para desahogarme o para criticar o para sacar esa idea de reclamar a la sociedad, de decir "¡basta!", o "¡qué lindo!", "qué porquería", o tan simple como "este día no lo olvidaré". Eso no se dice textualmente, además, a mi amigo qué le importa, los amigos están con uno para disfrutar la vida, para sentirse acompañado, para reir o llorar, pero no es tan lógico y común llegar y decir: "Hola, que onda, oye tengo que contarte que escribí bla bla bla bla" y así el día de mañana, y pasado mañana, pero tampoco digo que deba ocultarse (entendido como 'callarse') todo lo que se escribe, quizás uno que otro día esté bien, pero, vaya, ¿qué plática de adolescentes (a este tipo de amigos me refiero) se basa en lo que uno escribe? se habla de chicas, de fumar, beber, de lo que le pasó a fulano, de que otro ya tiene novia, que a otro lo batearon, que le gusta x, que el profe, que la escuela, que equis, ye y zeta...

Para conocer a otra persona no se dicen mentiras, bueno, quizá sólo "piadosas", pero no de aquello sumamente importante.

Inconscientemente pienso:
- Si no conocí a esta persona, Dios no la quiso para mi.
pero me contesto:
- No seas estúpido. Nadie decide tu destino, él (Dios) te hizo libre, libre para hacer lo que quieras, y no te hizo tan tonto como para que no sepas distinguir entre lo bueno y lo malo, sabes que si a alguien no le agradas, te lo demostrará.

Con "Conocer a la gente" no me refiero a generalizar, algo que por cierto me cae muy mal. Conocer a la gente tampoco se basa en el sólo y único hecho de escuchar "lo que se dice de" una persona. Porque nunca se sabe la mala leche que se pueda tener contra uno, y por el otro lado, a veces algo puede "ser tan perfecto que parece irreal". Algo como "ahí como lo ves, tan seriecito, pero lleva la música por dentro".

Conocer gente es de lo mejor que te puede pasar, te abre la mente, te da otros puntos de vista, te hace pensar de otra forma, te hace ponerte en los zapatos del otro. Puedes salir lastimado, pero desde así es desde que se inicia la vida, puedes salir lastimado y quejarte, o herido lo suficiente para haber aprendido la lección que te causó el daño, una lección que puedes aplicar con los demás (mala idea) o al contrario, manejar para que la siguiente vez sea mucho mejor, para que la gente crea: "Hoy tengo un nuevo amigo", en vez de "Ahí va otro estúpido que me hizo pasar mal rato".

No me hagan caso, puedo ser extremista en mis ejemplos. Pero he ahí que trato de aplicar algo que leí (no está al pie de la letra así que puede decirse que esto es de mi cocecha): "No otorgues detalles en demasía a tus lectores, los haces sentir tontos al leer algo tan obvio, el lector se interesa por aquello que puede pensar, que puede deducir, que puede inter y extra-polar". Y como dijo F. Savater: "Soy de la opinión, que no sé si compartirás, de que cuando se trata a alguien como si fuese idiota es muy probable que si no lo es llegue pronto a serlo..." (Ética para Amador).

Conclusión:
1. Las apariencias, engañan.

0 comentarios: