Dinero, vicio o poder

¿El dinero pervierte o es uno mismo quien se pierde?

No digo que el dinero sea malo, pero sí lo es cuando nos llega en grandes cantidades y no conocemos forma de utilizarlo "sabiamente", o cuando quizá es mucho más dinero del que podemos gastar.

Tampoco digo que los lujos o todas las posesiones sean malas, no, no creo que lo sean, porque en cierta forma, y a fin de cuentas, son una "recompensa" o un pago por aquello que hacemos, por aquel bien que retribuimos a la sociedad, y si no es así creo que debiera serlo.

Hay quienes nacen siendo pobres y quienes nacen ricos, y los que ni una cosa ni la otra. Y creo que el dinero, o los lujos o las posesiones materiales son algo que debiera aprender a "entenderse", a razonarse el por qué lo tenemos y qué buen uso le damos. Porque sabemos que el dinero es algo que no nos llevamos al cielo ni al infierno ni a ningún lado después de muertos.

Para resumirlo un poco, los excesos son malos. Quizá no sea malo decirle lo linda que es a nuestra pareja, aunque quizá sea malo cuando no dejamos de decir otra cosa que no va por otro camino, porque el ego de esa otra persona puede crecer en demasía y quizá deje de ser entonces tan linda como lo era antes, pues bien, así como podemos vivir sin tanto halago y probablemente sin reverencias, así podemos vivir en general. No quiero decir que debamos vivir como ermitaños o tan sólo con las pertenencias que son absolutamente necesarias y desechemos todo lo demás, pero realmente, no necesitamos de todo lo que vemos, a veces el marketing, la publicidad, la envidia que escuchamos, o la que sentimos en cierta forma "influye" en nosotros, pero de la misma forma no todos somos iguales, y no todos queremos lo mismo, quizá vaya en el mismo sentido pero aún así tenemos gustos particulares.

Si no reflexionamos y encontramos un equilibrio en nuestras vidas, probablemente nuestra balanza existencial se incline hacia uno de nuestros gustos, los cuales, probablemente sin contrapesos, tiendan a convertirse en nuestros vicios. Cuando tendemos a acostumbrarnos a algo que tan solo creemos que nos gusta, es entonces cuando la cotidianeidad, la repetición constante y por ende, el hábito, es lo que nos hace sentir que esa actividad, o ese estado es parte de nosotros, y sin eso nos sentimos descobijados.

Cómo se le dice a un millonario que dejará de comer caviar y andar en limusinas, para comer bolillos y andar a pie; cómo se le dice a una niño que ya no podrá jugar con todos sus juguetes, sino tan solo uno, y de vez en cuando.

Simplemente debemos recordar que la subida de nuestra montaña personal puede darnos mejor vista conforme subimos, pero una súbita caida dolerá bastante.

Keywords: Money, vice or power